En el vasto océano de los negocios y la gestión organizacional existen diferentes variables clave a tener en cuenta, como son las tendencias, las nuevas tecnologías, la demanda y la competencia. Es la misma carencia o presencia de estas a nuestra operativa la que nos posiciona en una determinada estrategia competitiva, la de los océanos rojos o la de los océanos azules, respectivamente.
Los autores de este planteamiento son W. Chan Kim Y Renée Mauborgne, quienes publicaron en 2005 la obra “Blue Ocean Strategy”, convirtiéndola en un ‘bestseller’ y aconteciendo una gran aportación para la gestión empresarial. Además, su investigación y esquema derivan en un cambio de paradigma en este estilo de gestión, puesto que plantea un cambio en la manera de posicionarse al mercado, obviando el papel de la competencia y optando por espacios de mercado no explorados.
Océanos rojos
Por un lado, los océanos rojos representan todas aquellas industrias existentes regidas por unas mismas normas establecidas y una homogénea manera de hacer, con limitaciones y reglas competitivas firmemente establecidas y que acontecen en la lucha por un espacio y dimensión de mercado conocido y limitado. Y dado que hay diferentes compañías luchando por una misma y limitada demanda, las probabilidades de crecimiento y de expansión son reducidas sino nulas. Por estos motivos de competición sangrienta con el ánimo de ganar mercado en un espacio tan limitado y con unas reglas de juego tan limitantes, se denominan océanos rojos.
Océanos azules
Por otro lado, los océanos azules denotan unas aguas profundas y tranquilas, un espacio amplio con potencial de ser un mercado no explorado. La innovación es la herramienta clave para identificar estas oportunidades, extender el mercado y crear valor más allá del conocido.
Así pues, este término remite a estos espacios de mercado en los que todavía no hay competencia, en los que se tiene que crear y capturar una nueva demanda latente, generando así una clara ventaja competitiva.
Características principales
Una vez presentadas las nuevas vías de entrada en un espacio de mercado inexplorado, el pistoletazo de salida radica en cómo se puede navegar hacia estos nuevos horizontes. Los autores apuntan a los siguientes pilares fundamentales como base metodológica:
- Basada en datos. El estudio científico y calificado de sus autores analizó más de 30 industrias y 1500 empresas durante una década.
- Proporciona un proceso estructurado en diferentes pasos con el fin de llegar a crear tu propio océano azul.
- Persigue una estrategia basada en la diferenciación y unos costes bajos.
- Maximiza las oportunidades a la vez que minimiza los riesgos. Te permite probar su viabilidad para poder mejorarla en caso de ser necesario.
- Creación de un espacio de mercado no disputado con el objetivo de convertir la competencia en irrelevante con la reconstrucción de los mismos límites de la industria.
- Estrategia visual, intuitiva y fácil de aplicar. La facilidad del proceso y sus herramientas comportan cierta eficacia en la ejecución de la estrategia.
- Apodera equipos con tácticas, herramientas y marcos estratégicos para pasar de un océano rojo a un océano azul.
- Es un ‘gana-gana’, integra las propuestas de valor, beneficio y personas en la investigación de un resultado provechoso para todos los implicados.
La combinación de estos diferentes pilares se pueden resumir en la creación de un nuevo espacio de mercado que proporciona un valor único y que permite a las organizaciones posicionarse como primera opción destacada, con foco en la identificación de necesidades para crear una demanda latente y con la apertura de nuevas fronteras y espacios de consumo.
Posibles inconvenientes
Al tratarse de un espacio de mercado no explorado, comporta también unos desafíos inherentes.
- Riesgo de fracaso. Como no es un terreno conocido, puede existir una incertidumbre considerable sobre el comportamiento del mercado y la demanda, poniendo en entredicho la viabilidad estratégica y aconteciendo un reto en la planificación y en la toma de decisiones. Esto también provoca que se tenga que ir iterando / pivotando el modelo continuamente.
- Costes iniciales. Se tiene que destinar una cantidad significativa de recursos al inicio para investigar el mercado y poder desarrollar los productos o servicios de acuerdo con una nueva demanda.
- Innovación continúa. Si se consigue generar un océano azul, habrá que procurar establecer barreras de entrada para los competidores que vendrán, y continuar innovando para poder mantener el posicionamiento ventajoso de mercado, adaptándonos a las necesidades cambiantes del público con renovadas propuestas de valor.
Beneficios
Además de los desafíos que comporta la generación de un océano azul, este también tiene, lógicamente, sus ventajas.
- Diferenciación de la competencia con productos o servicios que rompen con lo establecido hasta el momento.
- Menos competencia momentánea. Al abrirse un nuevo espacio de mercado no explorado, todavía no hay competencia o es más escasa.
- Lealtad del cliente. Ofrecer un producto o servicio único potencia una lealtad y relación estrecha con el cliente.
- Rentabilidad. Se consiguen mayores márgenes que en un océano rojo.
Según los beneficios que pueden acompañar a la implantación de esta estrategia, conocida para aportar una innovadora fórmula de gestión y crecimiento organizativo, las empresas serán capaces de explorar nuevos horizontes de crecimiento y prosperidad, y de comenzar alentadoras propuestas para un mercado ávido de novedad y valor agregado.